Catálogo de cortes 2023// Catálogo de cortes creativos 2024 //Soy mi propia jefa
Los catálogos son herramientas visuales que nos ayudan a imaginar futuros posibles en nuestro pelo. También, podrían ser una herramienta de registro y creación.
Crecimos buscando nuestro siguiente corte en los catálogos de las estéticas y salones, pasando las páginas de esas revistas, mientras esperábamos nuestro turno.
En mi caso, probablemente estaba esperando a que Edgar, nuestro peluquero, terminara el corte de mamá, pensando:
¿Por qué todas estas mujeres tienen el pelo lacio? ¿Por qué no hay personas de mi edad en estas revistas? ¿Por qué cuando las hay, siempre tienen gel de glitter relamido y línea en zig-zag que, por más que intento hacerme, por mi pelo chino, no se nota?
No hace falta decirlo, o tal vez sí, que yo era una niña muy particular en la primaria.
Hacía todo tipo de cosas:
Me ponía medias de invierno como sombrero y dejaba que las partes de las piernas cayeran largas sobre mi espalda. Decía que era mi peinado de duende. Coleccionaba piedras (sí, piedras) desde entonces y mi actividad favorita era (a la fecha es) “buscar tesoros”. Mi profesor de teatro me decía que tenía ruedas incluidas porque “me patinaba el coco” jajajajaja. Y sí.
La única persona que conocía que tenía el pelo como yo era Mona la Vampira (aunque se hacía trenzas), Mafalda (aunque la molestaban por su pelo), la princesa de Genovia, Mía Thermopolis Renaldi del Diario de la Princesa (aunque luego se lo alacian), y Pepper Ann (aunque yo aún no sabía andar en patines).
Mi mamá me permitió ponerme extensiones de colores en el pelo. Las extensiones obviamente eran lacias, por lo cual se veía chistoso entre mis chinos, pero no me importaba: eran rojas, luego azules, luego rosas. Luego en la escuela me tiraban de rara y como ya me tiraban de rara desde antes, en ese momento no era tan grave. El punto es que, afortunadamente contaba con la libertad de ser “yo misma” dentro de todo y, contaba con la complicidad de mi mamá para hacer mis locuras, aunque me molestaran hasta las profesoras en la escuela.
Regresando a pasar las páginas del catálogo de cortes de la estética de Edgar, el peluquero de mi mamá, yo buscaba una cara que me resultara amable, algún estilo que me impactara para siempre, algún pelo parecido al mío, algo que hiciera mis ojos abrirse y fijarse. Estaba buscando lo que buscamos muchas personas al pensar en nuestro siguiente proyecto de corte: algún corte que no hubiéramos podido imaginar antes.
Recientemente he pensado mucho en hacia dónde quiero llevar mi trabajo como peluquera. He comenzado a buscar trabajar con más calma y salud, con más cuidado propio y límites. También porque, uno de mis objetivos del 2024 es comenzar a elaborar proyectos propios, imaginar nuevos cortes y llevarlos a la realidad de mil formas y texturas distintas. Este año me ha llevado a comenzar a explorar, desarrollar, impulsar y perseguir mi trabajo como peluquera creativa, cuyo trabajo no solo implica el oficio del corte, sino la propuesta, la imaginación y el arte detrás de cada proyecto. Creo que no es una coincidencia: mis clientes confían más en mí, ya sea porque llevan varios cortes (o años) y disfrutan mi trabajo, o porque tengo la fortuna de que vengan a mi espacio buscando mi estilo y propuesta personal. Disfruto mucho que llegue alguien al saloncito a pedirme un corte cuya referencia es de un corte hecho en mi espacio y ver la foto de alguien conocide ahí.
Algo que incorporo en mi trabajo al pensar en cada corte, tiene que ver con adaptar el corte a cada cuerpo y textura, pero también a cada estilo, personalidad, gustos y “ser” particular (eso que no sé qué es, pero en el internet dirían que son “vibes”, en Tepoztlán fotografían como “color de tu aura”, y que en Filosofía y Letras llamaríamos, acostades en las islas teniendo una conversación existencial: “esencia” ). Me gusta mucho sentir que el corte está en armonía con tu personalidad, tu forma de hablar, tus expresiones, tus gestos, tu estilo, la música que me pides en la cita, etc.
He estado muy ilusionada estos días, porque han llegado puras citas buscando propuestas creativas de mi parte, más allá de tener ideas claras, mis clientes de 2024 estarán, espero, pidiéndome diseños personalizados con propuestas que surjan de mi imaginación y la suya, más que de las referencias de Pinterest (aunque también sean chidas y Pinterest es una herramienta potente, luego algunas fotos son muy producidas o editadas en sus colores, de igual forma que algunas cabelleras de pinterest tienen extensiones!!)
De las cosas que más me vuelan la cabeza sobre la peluquería es que literalmente los cortes “se inventan”; en algún momento se combinan en un espacio ciertos elementos en ciertos ángulos, técnicas, posiciones, conocimiento, herramientas, personas, ideas, texturas, azúcar, flores, y muchos colores y ¡puff! sale un corte nuevo <3 He retomado el dibujo y me he puesto a la tarea de tener un catálogo de cortes imaginados para que alguien, al hojear sus páginas, abra sus ojos y se fije.
A partir de enero comenzaré a elaborar #miprimercatálogo de cortes creativos, porque también tomé la decisión de comenzar a dar asesorías de corte, no para encontrar “el corte perfecto que más se embone a la forma de tu rostro”, sino el corte que se adapte a tu rostro, tu cuerpo, tu rutina, tus necesidades, tus gustos, tu personalidad, y a ti en ese momento. Apunto a imaginar en nuestro encuentro un nuevo corte en conjunto y hacer mi trabajo aún más personal y creativo. Es lo que más me gusta de mi trabajo, que contiene esas tres palabras: encuentro, personal y creativo.
Al hacer el catálogo, originalmente estaba pensando en juntar en un collage algunos de mis cortes favoritos del 2023, sin embargo terminé haciendo un pequeño registro de mi trabajo ese año. Es importante para mí ver mi trabajo cambiar y ver hacia dónde me llevan mis procesos de aprendizaje, por lo cual disfruté mucho de hacer el registro de cortes, rapados, dibujos con máquina, flecos y etc. Fue igual de importante para mí reconocer que cerraba 2023 orgullosa y satisfecha con mi trabajo este año. Aprendí a hacer cosas totalmente nuevas y que nunca me creí capaz de hacer, a usar herramientas nuevas y atreverme a sacarlas del espacio de ensayo y levarlas a mis citas. Me atreví a crear más redes, conocer otros proyectos y espacios, trabajar junto a otras y otres, dar una plática, dar un taller, bazarear, estar en un podcast, proponer más, transformar mi forma de agendar, replantearme mis hábitos de trabajo, comenzar a ir a una terapia física, aprender a pedir apoyo, compañía, apapacho, abrir este blog. Ha sido un año de muchos retos con los que quedo emocionada de lo que viene, no sin antes mirar al año irse y recordar todo lo que me dio y me permitió darle.
Considero que en este catálogo 2023 están muchos de mis (hasta ahora) mejores trabajos en distintos ámbitos: a veces en algo que disfruté hacer, a veces en un corte que me enseñó algo importante, a veces una forma, caída o textura que me enorgullece, a veces un fleco hermoso, divertido, único, a veces lograr algo que teníamos muchas ganas de lograr, a veces simplemente algo nuevo, algo que te hace abrir los ojos y fijarte más. Me emocionan mucho los cortes por-venir.
Llevo ya meses que estoy reconfigurando, repensando y preparándome para cambiar la dinámica de mis citas en 2024. Las citas y el tiempo de las mismas fueron pensadas para encaminarme a proyectos así. Finalmente, es un gusto escuchar “tienes toda mi confianza, quiero que tengas libertad creativa”, por lo cual, en el futuro, en mi mesa siempre habrá papel y crayolas para ponernos a imaginar el siguiente corte juntes.
Y, si después de este mucho texto, tú te preguntas: “Sam, por qué no solo hacer el catálogo normal o usar las fotos que la gente te envía del internet?”
La respuesta es todo lo anterior y lo siguiente:
Igual voy a seguir haciendo cortes con otras referencias y no 100% imaginados, pero, la respuesta es
Porque, aunque a veces ser freelancer no es tan divertido, soy mi propia jefa y en el saloncito tengo la fortuna de poder imaginar nuevas formas de cómo tener esos encuentros personales de corte y hacer un trabajo creativo pensando en ti. Los catálogos son herramientas visuales que nos ayudan a imaginar futuros posibles en nuestro pelo (vuelve a leer eso!!!!)
Creo que es momento de recordar esas herramientas y repensarlas en los espacios de corte, ya que como registros del trabajo y propuesta creativa propia, podrían ser esenciales en el futuro de un trabajo de corte más creativo y conjunto. A ver a dónde me lleva a mí y a mis clientes esta nueva idea: encuentros y cortes más creativos y personales.
Sin duda dibujar cortes nuevos y particulares solo puede ser buen inicio de algo más que me emociona mucho.
Por el momento, les deseo una 2024 de muchas nuevos comienzos, creatividad, mucho crecimiento y muchas personas en las que confíes y que confíen en ti (incluidx tú) para llevar a cabo tus ideas locas <3
Samantha.
Saloncito las Amistades
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