“De ideas largas y cabellos cortos” paseos en bici en domingo
Mi visita inesperada a la Expo de Elvira Gascón en el museo Kaluz
Schopenhauer alguna vez escribió en un ensayo la siguiente y errónea frase: ”la mujer es un animal de cabellos largos e inteligencia corta”.
Y bueno, sobra decir que tiene la boca llena de mentiras, y hablar de Schopenhauer en esta entrada realmente me da mucha flojera.
No vamos a dedicarle mucho tiempo a señores que dicen cosas así de mensas en este blog.
Lo que vengo a contarles hoy es sobre mi paseo que tuve el día domingo 28. Fue un día soleado y muy lindo para mí, por lo que decido compartirles un poquito.
Ayer me levanté temprano para rodar en el primer ciclotón del año! Mi idea era llegar al ángel y de regreso, pero ya rodando decidí seguir aún más lejos.
(saludos a mi amigo Fime por nunca perder la esperanza en que algún día me subiría a una bicicleta. Pd, aún no sé qué hacer con ella en el Oxxo)
Yo no soy una persona experta en bicis y soy una ciclista “en entrenamiento” en el sentido en el que apenas estoy comenzando a sentirme un poco más cómoda rodando. Sin embargo, me propuse rodar en el Ciclotón y fue muy increíble.
Al llegar a la altura de metro Hidalgo decidí parar, porque vi a lo lejos una exposición en el museo Kaluz que me llamó la atención inmediatamente.
Decía: “de ideas largas y cabellos cortos”
Seguí rodando por unos minutos preguntándome lo que contendría la frase, de lo que trataría esa exposición, de el por qué se llamaría así.
Pensé: es cierto que las ideas no dependen del largo de tu pelo, sin embargo ¿qué implica que las ideas sean largas?
Pensé: Seguro es metafórico, más que literal. Seguro es una metáfora de pelo hablando de otra cosa. ¿Qué implica tener pelo corto?
Pensé: yo soy una persona que aún no sabe andar mucho en bici, pero estoy recorriendo un camino largo hoy. Realmente en cuestiones de “experiencia” en bici, yo tengo el pelo corto, aún no es muy largo. No significa que no sea valioso, que no haya sido importante lo que he aprendido hasta ahora, simplemente que aún es corto el tiempo que llevo de ciclista.
Sin embargo, ayer recorrí muchos km en la bici. Olvidé medirlos, la verdad, pero fueron muchos. En ese sentido aunque tenga el pelo corto en la bici, mis ideas son largas.
Al llegar a esta conclusión decidí dar vuelta en U y dirigirme a la exposición. En el museo me dejaron asegurar mi bici y dejar mis cosas. Después de una visita a su cafetería decidí entrar a la sala.
La exposición lleva de nombre “De ideas largas y cabellos cortos” de Elvira Gascón.
Elvira fue una dibujante, pintora, ilustradora y artista española de la primera generación de exiliades españoles que llegaron a México después de la derrota de la causa republicana en la guerra civil española (1936-1939). Elvira nació en Almenar, Soria en 1911 y falleció en la CDMX en el 2000. Ilustró para editoriales como el Fondo de Cultura Económica, Ediciones Era y en secciones culturales como El Nacional, Novedades y más medios impresos.
Lo primero que me llamó la atención es que al entrar a la sala el texto que acompaña la exposición te cuenta que, Elvira Gascón tiene una ilustración para Schopenhauer en la cual ella da un giro pertinente a su declaración. Ella dice: “las mujeres tenemos ideas largas y cabellos cortos” también.
La “Ilustración para Schopenhauer”
1982, tinta sobre papel.
Lo siguiente que vemos es un autorretrato sin lentes.
“Autorretrato sin lentes”, 1984, óleo sobre tela.
Este autorretrato es interesante porque Gascón difumina su imagen sin intentar definir sus propios trazos y facciones a partir de la memoria. Su línea se mantiene fiel el retrato a la mirada difusa, haciendo notar que la mirada va más allá de el retrato y la representación: hay cuerpo que afecta aquello que se retrata y viceversa. Hay una línea que existe en cada ilustración cuya intención es marcar esos límites, que en el caso de la falta de lentes se convierte en un juego.
La siguiente sala nos lleva a lo que la curaduría llama el helenismo de Elvira, en 1940 ilustró la traducción de la Iliada hecha por Alfonso Reyes. Aquí podemos ver algunos de los grabados.
“Alacena de minucias” hechas entre 1951-1962, ilustraciones para el suplemento cultural en el diario nacional. Son grabados sobre cartón.
Elvira Gascón muestra en los grabados sobre cartón manos, pelo, perfiles y texturas distintas en cada cuadro. Lo más interesante es la aparición de estas texturas y perfiles naturales, animales con cabellera en movimiento que están cuidadosamente definidos y de cierta forma, naturalmente colocados en el cuadro.
Elvira tiene una línea intuitiva en su grabado: uno de los mayores factores con los que juega Gascón en su trabajo y que guían sus ilustraciones es del pelo, la textura distinta de cada pelo en cada grabado.
En las impresiones de los grabados, pude observar esta línea como uno de los mayores referentes, marcando la textura y movimiento, la caída de cada cuadro.
A pesar de que el grabado puede llegar a verse fijo Gascón logra movimiento a través del tiempo:
Ilustraciones Ilíada de Homero parte I: Aquiles agraviado 1951, tinta sobre papel.
Cuadro hecho en 1976, tinta sobre papel, “Así tratamos la belleza”.
Aquí Podemos ver un perfil griego con chinos, pero roto cual escultura de la coronilla para abajo, sin la parte del cerebro.
Me interesa mucho recuperar que la ilustración viene con algo escrito, es de las pocas piezas en las que puedes observar esto en la exposición de Elvira. Considero que habla mucho que haya elegido usar color encima de la tinta y el papel. De cierta forma también es una crítica muy interesante a su propio trabajo helenístico, y al de la época. Al igual que un contraste interesante con la otra parte de la exposición, que es pintura indigenista más cercana a las realidades mexicanas de la época, que se narran en el “Llano en llamas” de Juan Rulfo.
En la sección de los retratos y autorretratos podemos encontrar encontrar un grabado sobre papel japonés:
Vemos a una persona mirando directamente al espectador con los mechones saliendo del cuadro. Un autorretrato que podría ser el más curioso, el menos parecido a todo lo demás que vi, y el que cerró la exposición a mi parecer (en mi corazón por lo menos).
Al terminar la exposición recorrí el resto de las salas permanentes con mucho gusto. Reflexionando sobre ella: Elvira Gascón. Me agradó mucho que, como me comentó Inés que también fue a ver la Expo en otro momento:
“Ella fue una persona multisaberes.
Le valía bastante lo que “le tocaba” como mujer en el momento histórico que le tocó vivir”.
Y es cierto, Gascón tuvo el pelo de distintos tamaños y se permitía transformar su línea a lo largo de su exploración y aprendizaje artístico, incluso, a veces, difuminarla y aceptar sus límites.
También soltaba su pelo y lo amarraba para las fotos.
Era multisaberes, tenía ideas largas, profundas, con textura.
Sus ideas salían de cuadro: su arte y sus grabados llegaron a distintos libros, historias y rincones de México, el país que fue su casa durante la mayoría de su vida.
Su mirada era honesta: se permitía reconocer sus límites, los de sus ojos, los de sus ideas.
A lo largo de la exposición se puede ver la múltiple obra de esta artista, cuyas ideas llegaron a ser más largas que cualquier cabellera, ideas que siguen creciendo, ahora también en mí.
Salí del museo contenta y rodé de regreso a mi casa, me esperaba un partido de fútbol al cual asistir (que por cierto ganó pumas 3-1 a Pachuca ayer)!!!
Amarré mi pelo y me puse el casco: es la primera vez en 8 años que estoy dejando mi pelo crecer.
Pensé: Es cierto que Schopenhauer (schopenmenso) dijo una pendejada: el cómo me veo o quién soy no me define en ese sentido, tampoco define mis ideas o mi inteligencia y capacidades múltiples que un señor haya dicho que las mujeres son “humanos de segunda clase”. Creo que en ese sentido coincido con Elvira: las personas somos múltiples por naturaleza y con muchos saberes y por saber, más allá que los saberes de señores. Ser consciente de a dónde crecemos nuestras ideas, como nuestro pelo, puede ayudarnos a disfrutar el proceso, aprender, y no decir ese tipo de tonterías.
Me sentí orgullosa de mí ese domingo, porque, como les dije, en la bici mi pelo aún es cortito (metafóricamente).
En este momento de mi vida siento que mis ideas son largas, y espero recorrer sus km rodando, de ahora en adelante, con más confianza y seguridad de que ese pelo (invisible), esa línea que son mis ideas, mis ganas de, mi esperanza en, mi hambre de vivir y disfrutar sigue creciendo como mi pelo, profundo, con textura y fuera de cuadro.
Sin más, espero que hayan disfrutado esta reseña.
Les invito a visitar la Expo, estará hasta el 8 de abril en el museo Kaluz: Av. hidalgo 85, centro histórico. La verdad la promuevo porque me pareció muy chida.
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